DESARROLLO URBANÍSTICO
Otras instituciones que ocuparon este espacio fueron la Comisión Provincial de Monumentos, desde 1867 hasta 1938, el Liceo de Artesanos, sociedad recreativa fundada por D. Luis Galindo en 1852, y por último, la Escuela Nacional de Magisterio, bajo la protección de la sociedad Económica, hacia el año 1845. Más tarde pasó a la calle Calatrava, de aquí a la Avenida de Colón, hasta que en 1988 se trasladó a su edificio actual en el campus universitario.
Por todo ello podemos comprender que el enclave del Campo de San Juan ha tenido, y tiene, una importancia enorme en el desarrollo urbanístico, que se va desplazando lentamente desde su asentamiento primitivo hasta la muralla Vauban.
Continuando en este radio de acción llegamos a la Plaza López de Ayala, donde se encuentra el edificio de Capitanía General o Gobierno Militar. Se trata de una plaza en la que aparecen diseñadas dos de las constantes del urbanismo pacense, por una parte la presencia de un edificio religioso que es el Convento de las Descalzas, y por otra, el citado organismo militar, conservando el auténtico sabor de este mundo decimonónico que Badajoz tuvo en otros años. Tuvo esta institución otros emplazamientos, así lo encontramos en la calle San Pedro de Alcántara, en el antiguo convento de los Trinitarios, hasta el año 1876 en que se decidió instalarlo en las dependencias del Convento de San Onofre después de la exclaustración, servían o se reutilizaban para dependencias militares o públicas. Los planos fueron realizados por el ingeniero militar Don Carlos Vila, con una extensión de 1500 metros cuadrados, dividido en tres plantas, destacándose su fachada de estilo clasicista.
Cercano a la zona se encuentra enclavado el Conservatorio de Música,
en la calle Duque de San Germán número 6, desde hace algunos años
en casa – palacio del siglo XIX, propiedad de la Diputación Provincial.
Consta de cuatro plantas, alternando balcones y cierres. Además
de su fachada, en su interior es de resaltar el patio y la escalera
central. En líneas generales su estilo responde a ese gusto por
el eclecticismo clasicista tan frecuente en la centuria anterior.
Existe una reja a la entrada del edificio en la que se consigna
la fecha de 1883, que pudiera corresponder a la fecha de construcción.
Pero no fue siempre éste su enclave, ya que sabemos que existió
otro centro musical hacia el año 1865. (Conservatorio de Música
“La Orquesta Española”), siendo el principal promotor Don Anacleto
Méndez y teniendo unos buenos inicios. En el año 1866, con motivo
de la visita de la Reina Isabel II a la ciudad, se ofreció una representación
de gran calidad y renombre. Por estos años estuvo instalado en la
vivienda particular de su director, en la calle Moreno Nieto (hoy
del Obispo). En 1867 se estableció en la calle Arco Agüero, entre
Calatrava y San Blas, donde permaneció hasta el año 1870. Después
se trasladó al antiguo Convento de Santa Lucía, en la calle Teniente
Coronel Yagüe o Santa Lucía, en el local que ocupa la Cadena de
Radio SER. El actual Conservatorio provincial de Música fue fundado
por la Diputación Provincial en el año 1927, siendo sus primeras
instalaciones varias dependencias del Palacio Provincial hasta el
año 1963. El aumento de alumnado hizo buscar nuevos emplazamientos
y se trasladó a la calle Ramón Albarrán, hasta 1981 en que se instaló
en el edificio al que nos venimos refiriendo, donde desarrolla una
importante labor cultural y difusora, que se ha visto hoy incrementada
con nuevas ampliaciones tanto en sus instalaciones como en sus competencias
educativas.
El edificio que hoy ocupa las Escuelas de Artes y Oficios en la
calle Porrina, fue el conocido Palacio de Godoy. Su construcción
data de 1795, instalándose en él con posterioridad la Prisión Provincial.
Nos trasladamos a la Plaza de Minayo, lugar clave en el urbanismo pacense, donde existen una serie de edificios que nos interesa analizar por su raigambre y peculiaridad. Desgraciadamente es una zona que, en estos últimos tiempos, ha sufrido un importante deterioro al haberse derribado el antiguo seminario de San Atón y el Colegio de Ordenandos. Hoy se ha convertido en un espacio de esparcimiento con el nombre de la plaza de San Atón, con un aparcamiento subterráneo realizado de acuerdo con el proyecto ganador del concurso de ideas inaugurado en 1994, presentado por el arquitecto D. Carlos Cándido Fraile Casares. Según sus palabras “crea una estructura diagonal de tres plazas: San Francisco, Minayo y San Atón”; pensamos que ofrece una solución al tráfico y acceso peatonal al área comercial.
Este edificio ocupaba una enorme manzana entre la Plaza de Minayo, calle Martín Cansado y calle Zurbarán, teniendo desde su fundación diversas utilizaciones que han sido precisamente las que le han conferido su importancia histórica dentro del conjunto artístico de la ciudad. El que los edificios se hayan conservado o reutilizado, es lo que permite a los habitantes de una ciudad valorar su pasado y desentrañar todas esas incógnitas que el hombre contemporáneo experimenta día a día. El Seminario fue fundado por el obispo Fray Jerónimo Rodríguez de Valderas en 1664, instalándose en el Campo de San Juan, esquina a Ramón Albarrán (hoy sede del Colegio Oficial de Arquitectos). En estas instalaciones estará hasta el año 1754, en que el obispo Malaguilla mandó construir el edificio de la Plaza de Minayo. Su valor no es tanto artístico como la labor de centro difusor de la cultura pacense en varios siglos. En la Plaza de Minayo está instalado hasta el año 1927, en que el obispo José María Alcaraz mandó construir un nuevo centro dadas las necesidades de ampliación y, a la vez, de congestión para un centro de las finalidades de éste. Se buscó una zona alejada que a la vez fuera residencial, y se eligió la cañada de Sancha Brava, entre la barriada de la Estación y la Avenida de Portugal. Se encargó el proyecto al arquitecto municipal, hombre de vanguardia en el ambiente pacense, Francisco Vaca.
Junto al antiguo Seminario, y dentro de la Plaza de Minayo, encontramos el Hospital San Sebastián. Esta institución sanitaria, que cumplió trescientos años de existencia el pasado 1994, ocupa el edificio que fue del Hospicio Real de la Piedad desde que en 1852 se trasladó a compartir estas dependencias con mencionado centro, por la estrechez y falta de espacio que padecía en los locales originales que poseía lindando con éste. Dichos locales, destinados desde entonces para distintos fines, fueron derribados durante las obras de remodelación llevadas a cabo en el hospital en la década pasada de 1980, abriéndose una calle peatonal en su antiguo emplazamiento.
El Hospital San Sebastián fue mandado fundar por voluntad expresa del capitán don Sebastián Montero de Espinosa, manifestada en su testamento en 1639, para atender a enfermos varones. Al parecer, inició su actividad en 1694 en un edificio del antiguo Campo de San Francisco (actual Plaza Minayo) cedido por el convento de las Descalzas en 1674 a cambio de la casa – palacio de don Sebastián, que se encontraba en el solar que actualmente continúa ocupando el convento. En 1743 fue agregada al hospital la obra pía fundada por el arcediano don Juan Vázquez Morcillo destinada a atender a enfermas pobres.
En 1757, por real orden de Fernando VI de 12 de abril, fue creado el Hospicio Real de la Piedad. Para su construcción se compraron distintos solares adjuntos al Hospital San Sebastián, al mismo tiempo que el arquitecto de la corte Diego de Villanueva realiza los planos del edificio. Sin embargo, las obras no comenzaron hasta 1773 – 1774 por falta de recursos económicos que las sufragaran y atendiendo, probablemente, a un nuevo proyecto elaborado en 1769 por un arquitecto cuya identidad desconocemos. Al no conservarse ninguno de los dos proyectos mencionados es imposible aventurar lo que el edifico actual debe a uno y otro; pero sí podemos afirmar que el Hospicio Real de la Piedad estuvo prácticamente construido en su totalidad en 1796.
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