MIÉRCOLES SANTO COFRADÍAS:
-PONTIFICIA HERMANDAD Y COFRADÍA DE PENITENCIA DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS, NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DEL AMPARO, SANTÍSIMO CRISTO DE LA FE Y MARÍA SANTÍSIMA DEL MAYOR DOLOR (Iglesia de Santo Domingo) -COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL DESCENDIMIENTO, MARÍA SANTÍSIMA DE LA PIEDAD Y NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA (Iglesia de San Andrés)
7-Pasos
Paso del Santísimo Cristo del Descendimiento y María Santísima de la Piedad
Es sencillamente impresionante y, sin duda, el mejor grupo escultórico
de la Semana Santa de Badajoz; un auténtico escultórico de la Semana
Santa de Badajoz; un auténtico monumento en la calle que difícilmente
cabe por la puerta de San Andrés, que no tiene nada de pequeña,
y que tuvo que ser preparada al efecto. Este paso de enormes proporciones,
(5’70m de largo), llena de orgullo a su Cofradía y enriquece sobremanera
la Semana Santa pacense, siendo cierto que capitales son gran tradición
cofrade no poseen un Descendimiento de tanta valía, hecho corroborado
por el interés de algunas Cofradías sevillanas en adquirirlo para
su Semana Mayor, como, por ejemplo, la ya citada de la Quinta Angustia,
encargada de sacar este misterio de la pasión en la capital hispalense.
El interés de la Semana Santa de Sevilla en este paso, ha hecho
que se hayan llegado a ofrecer trece millones de pesetas por el
conjunto. El valor artístico e histórico de las tallas es inestimable
y, aunque en su día costase poco más de treinta mil pesetas, sufragadas
por los cofrades y devotos, hoy está claro que no tiene precio por
considerarse una obra cumbre del gran Castillo Lastrucci. El paso
es una composición de cinco figuras de talla completa (incluidas
las ropas) y policromadas, representando el momento en que Cristo
es desclavado y bajado de la cruz por José de Arimatea y Nicodemo;
en el suelo aguardan la Virgen de la Piedad y el discípulo amado,
San Juan Evangelista. Las imágenes desprenden una belleza serena
pero cautivadora y el realismo del momento deja perplejos a los
que lo contemplan; la expresión y el movimiento están magníficamente
conseguidos y los detalles y las calidades de acabado son perfectos.
En opinión de algunos críticos de la época, Castillo realizada en
esta obra una evocación de la imaginería andaluza del setecientos
y es calificado como un poeta de la madera. Antonio Castillo Lastrucci,
además de por la calidad de sus obras, destaca también por lo prolífico
de su trabajo, pues es el escultor español que más imágenes talló,
por delante incluso de Salzillo: (veintitrés Nazarenos, ochenta
y dos Dolorosas, cuarenta y un Crucificados, treinta y tres andas
procesionales...), son algunos de los datos de este artista que
cuenta por decenas sus imágenes en la Semana Santa Sevillana.
Todo el conjunto va sobre unas maravillosas andas de estilo rococó, doradas y realizadas por D. José Benítez sobre diseño de D. Antonio Flores, que ellos mismos regalaron a la Cofradía. En el frontal del paso destaca la gran cartela central con el escudo de la Cofradía, rematada por rocallas y flanqueada por dos ángeles en relieve sobre la misma talla; a los lados lleva dos cabezas de ángeles, motivo que se repite en los laterales. Las esquineras van espléndidamente rematadas con ricas hojas de acanto de gran tamaño que se funden en el resto del conjunto. En la trasera el paso sobresale el escudo del Obispo Alcaraz y Alenda, concedido a esta Cofradía y que también llevan los nazarenos en la capa. La canastilla, además, se divide en varios tramos de estilo rococó; en los laterales del paso, y sobre el exuberante tallado, destacan grandes conchas veneras.
En 1954 se agrandaron las andas del paso y en 1955 se acabaron de tallar los magníficos respiraderos; primoroso trabajo de los mismos artistas. La rica decoración vegetal de madera trabajada y dorada va rematada por estupendas guirnaldas, roleos y esquineras. Sobre el paso destacan cuatro grandes candelabros de seis brazos tallados, dorados y rematados con guardabrisas situados en las esquinas, y otros dos, en el centro, de cuatro brazos sostenidos por preciosos querubines. Además, lleva cuatro faroles o fanales de gran tamaño del mismo material y trabajo que el resto.
El paso sale a la calle profusamente adornado con más de doscientas docenas de claveles y gladiolos rojos.
En la Semana Santa de 1996 vuelve a salir con costaleros después de 23 años haciéndolo a ruedas, con hermanos costaleros empujadores, que lo hacían por promesa.
Capataz del paso: D. José Mª Silva de Lima
Costaleros: 50
Paso de Nuestra Señora de la Esperanza
En el segundo paso va una de las dolorosas más bellas de la ciudad:
Nuestra Señora de la Esperanza, salida de la gubia inspirada de
Castillo Lastrucci en 1945; fue sufragada en su totalidad por D.
Ramón y D. Manuel Sáez del Río. Su expresión fresca y juvenil, deja
entrever un dolor contenido; característica que se repite en otras
dolorosas del mismo autor, como ocurre con Nuestra Señora del Rocío
de Sevilla.
La advocación de la “Esperanza” es sinónimo de “Expectación” y parece ser que fue introducida por Gregorio XIII en 1576.
La preciosa imagen de la Virgen bendice las calles pacenses en la tarde del Miércoles Santo sobre un espléndido paso. La canastilla es sencilla y está plateada. Destacan los magníficos respiraderos, acabados en 1947 por las Madres Adoratrices pacenses; están bordados en oro, sedas y malla de oro sobre terciopelo burdeos; en el centro del frontal lucen los escudos de la Cofradía bajo corona real entre espléndidos bordados con formas geométricas y, a los lados, otros dos cuerpos con motivos similares y medallones que presentan el mismo trabajo. En los laterales del paso se reparten otros doce cuerpos, igualmente bordados y separados por pliegues de terciopelo del mismo color, adornados con pequeños motivos, cordones y borlones de oro; en el cuerpo central de los laterales van escudos bajo corona.
Los faldones son una obra perfecta de la casa Artes de Badajoz, regalo de D. Roberto Casa; en el frontal destaca, en el centro, el rostro del Santísimo Cristo del Descendimiento, rodeado de un original diseño con formas caprichosas; todo ello bordado en oro y sedas de colores; las esquinas van rematadas con medallones de madera plateada sobre rico bordado de oro.
En la orfebrería del paso sobresalen las ánforas plateadas regaladas
por los hermanos, completadas en 1954, y que llevan los nombres
de las familias que las donaron. La Virgen ha lucido algunas ánforas
nuevas y una espléndida imagen de la Virgen de Guadalupe, realizada
en plata de ley por el orfebre José Manuel Ramos y sufragada por
D. Luis Martín. La peana, plateada y repujada, es una obra de mérito,
en la que destaca en el centro el escudo de la Cofradía cincelado;
es antigua al igual que la candelería estrenada en 1947; obras ambas
realizadas en Sevilla y sufragadas por suscripción popular, al igual
que los candelabros de cola de siete brazos, que fueron comprados
a una Cofradía Sevillana y completados en 1953.
La Virgen de la Esperanza desfila bajo un palio de terciopelo rojo burdeos bordado en oro, terminado en 1994 y realizado por la camarera mayor Dña. Ana Díaz; del mismo trabajo y autora son las bambalinas de las que penden caireles de gran calidad. El palio va sostenido por doce varales plateados.
Esta dolorosa posee varios mantos de procesión; uno antiguo de terciopelo verde de Lyon y otro estrenado en 1953, del mismo tejido y color, bordado con seiscientas estrellas de oro; es éste uno de los más entrañables por haberlo lucido durante muchos años.
El mejor y el más antiguo es el que habitualmente saca en la procesión, realizado en terciopelo burdeos y estrenado, aún sin bordar, en la Semana Santa de 1947; fue un regalo de la Marquesa de Torres Cabrera. El diseño es de D. Antonio Flores y el magnífico trabajo de bordado, de las Adoratrices pacenses; está inacabado desde entonces pues, además de presentar el bordado de los escudos de la Cofradía bajo corona real en relieve, enmarcados por un finísimo trabajo de filigrana de oro, se distribuye el resto en catorce espacios para bordar en ellos las escenas de la pasión de Jesús; sin duda, si se logra terminar, será una verdadera maravilla. En 1995 estrenó otro de terciopelo verde con aplicaciones doradas.
En cuanto a las joyas más destacadas, la mejor es un solitario regalado en 1947 por un hermano; lleva un estupendo brillante montado en oro y azabache. La preciosa corona, dorada y ricamente repujada, va enriquecida con pedrería; fue comprada en Sevilla y regalada por un cofrade. A estas piezas hay que unir una valiosa sortija de diamante y esmeraldas.
Entre los vestidos que posee destacan dos: uno regalado por el torero Miguel Baez “Litri”, restaurado entre 1977/78, y el que habitualmente luce en la procesión del Miércoles Santo, realizado con un traje donado por el también diestro Carlos Arruza, sobre diseño de D. Antonio Flores y elaborado por las religiosas Carmelitas de Badajoz en 1947. Durante el desfile procesional luce la Virgen de San Andrés el fajín rojo de gala del Teniente General Hiniesta Cano, regalado a la Cofradía por su viuda. De su bendito cuello pende la medalla dorada de la Policía Nacional. La belleza desbordada de la Virgen de la Esperanza, queda patente con el ofrecimiento hecho a la Hermandad por una Cofradía de otra ciudad de hacer una mascarilla de su cara para realizar una réplica.
El paso va adornado con multitud de docenas de claveles blancos, colocados en su mayoría en las piñas que se disponen en las ánforas plateadas. Posee además un magnífico juego de velas de cera rizada, regalo de D. Luis Martín Illescas.
Capataz del paso: D. José Manuel Benítez Cortés.
Costaleros: 35
8-Dónde verla
A la salida, la plazuela de San Andrés estará abarrotada de gente expectante y devotos de la Cofradía; éste es, sin duda, uno de los momentos más emotivos de este desfile, que rodea la empedrada Plaza de Cervantes para ascender por la calle López Prudencio (Calatrava). En esta calle estrecha es digno ver pasar al gigantesco Paso del Descendimiento. La Plaza de España nos brinda la oportunidad de ver el imponente rostro del Cristo enmarcado por la gallarda torre de la Catedral; siendo un lugar de singular encanto para presenciarla su estación en el Hospital provincial de San Sebastián. Su vuelta por las calles Obispo y San Blas, donde a la dificultad de su estrechez se une el rosario de saetas que brota al paso de las imágenes, es de gran interés. Ya en la puerta de San Andrés, las saetas emocionadas despedirán a los pasos, siendo estos últimos instantes de los más sobrecogedores de todo el desfile procesional.
9-Cultos
La Cofradía celebra solemne Besamanos a la Virgen de la Esperanza en el mes de diciembre. Triduo al Cristo del Descendimiento el Lunes, Martes y Miércoles Santo.
10-Obra social
Destina el 10% de sus ingresos a la parroquia y el 1% de los gastos al fondo de solidaridad.
11-Hábitos de los Nazarenos
Los del Cristo del Descendimiento: túnica negra con botonadura y ribetes blancos; capirote de terciopelo negro con el escudo de la Cofradía; capa blanca con el escudo del Obispo D. José María Alcaraz y Alenda; cíngulo blanco y negro, zapatos negros, guantes y calcetines blancos.
Los de la Virgen de la Esperanza: túnica blanca con botonadura y ribetes verdes; capirote de terciopelo verde con el escudo de la Cofradía, capa blanca con el escudo del Obispo antes citado; cíngulo verde y blanco, zapatos negros, guantes y calcetines blancos.
Los nazarenos llevan la medalla de la Cofradía.
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