MIÉRCOLES SANTO COFRADÍAS:
-HERMANDAD Y COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LA HUMILDAD, NUESTRO PADRE JESÚS DEL PRENDIMIENTO Y MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES (Iglesia de la Purísima Concepción)-PONTIFICIA Y REAL HERMANDAD Y COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA Y NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD (Ermita de la Soledad)
1-Datos Históricos
Es la segunda procesión que celebra esta Cofradía, aprobada el 12
de octubre de 1693, que fundada por el gremio del Comercio, es también
la encargada de sacar el Lunes Santo a la Oración en el Huerto y
a la Virgen de los Dolores.
La imagen de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento es una talla de mérito del S. XVII, o tal vez anterior, pues aquí entraríamos en la teoría –que parece demostrada- de que esta imagen era el primitivo Cristo de la Humildad que daba nombre a la Hermandad, cambiándose después su denominación, según se refleja en el siguiente comentario del informe hecho en la Cofradía en 1770:
“Esta dicha cofradía fue erigida para hacer dos fiestas en cada un año: La primera es sacar todos los Martes Santos en procesión a la efigie de Jesús de la Humildad, preso entre dos saiones (sayones), en memoria de quando su Divina Majestad fue preso, acompañándole otro paso que es la oración del huerto; como también María Santísima Nuestra Señore del Maior Dolor...”.
Como comentaba al hablar de la historia de la hermandad, a la imagen de Jesús de la Humildad se la conocía también con el nombre de “El Nazareno”, apareciendo así reflejado en algunos escritos. Cabe la posibilidad de que esta denominación se le diese en sus orígenes por ir con una cruz a cuestas, toda vez, que la imagen se presenta andando, inclinada hacia delante y sus brazos son articulados; aunque esto no es más que una hipótesis, pudiendo venir tal advocación por la mera representación de una talla de “Jesús El Nazareno” sin importar su iconografía. López Prudencio afirmaba que la Cofradía estuvo primero establecida en una de las iglesias del “Castillo” y después, en el Convento Madre de Dios de Valverde. Antiguamente acompañaban al Cristo de la “Humildad” en su paso, dos pretorianos, Judas Iscariote y otro hebreo, reduciéndose posteriormente al acompañamiento a dos sayones, conocidos popularmente como “Frijoncito y Haba”. Este paso, que acompañaba a los otros dos en la procesión “del Huerto” dejó de procesionar en los años cuarenta y ya se denominaba “Cristo del Prendimiento”. Desde entonces, la imagen estaba olvidada y, prácticamente, sin culto. D. José Salas, Mayordomo de la Cofradía, ideó durante una convalecencia por enfermedad que se organizase una procesión de penitencia con la citada imagen. Al hallarse deteriorada hubo de ser restaurada, trabajo que realizó el entrañable imaginero local Santiago Arolo en 1987, que se ocupó de ponerla a punto, con gran éxito, para su salida procesional en la madrugada del Jueves Santo. Se restauraron, también, unas estupendas andas antiguas de caoba que sacaba en su día la Virgen de los Dolores.
2-La Procesión
El Cristo del Prendimiento bendice y encala cada año la negra madrugada del Jueves Santo en Badajoz. El desfile procesional es de los más austeros de toda la Semana Santa pacense e impresiona la severidad y el recogimiento con que desfilan sus penitentes. Sobrecoge ver la salida de este desfile penitencial de la Iglesia de la Concepción a la una de la madrugada, que encabezada por cuatro grandes faroles de pie y una singular Cruz de Guía de hierro forjado, con un cuerpo central blanco iluminado con las siglas “JHS”, gira hacia la izquierda y, dejando la calle San Juan Bautista, ascienden de forma escalofriante por la antigua calle Zapatería para desembocar en la mítica Plaza Alta, que mezcla su sabor árabe y cristiano. Desde allí pasan a la Plaza de San José por el arco del peso, que casi han de ponerse de rodillas para poder atravesarlo.
Las únicas insignias que lleva la procesión son la ya mencionada Cruz de Guía, con sus faroles de acompañamiento y, detrás la Cruz Parroquial escoltada por ciriales.
La procesión, desde 1995 realiza su recorrido haciendo catorce paradas para que se prediquen en ellas las estaciones del Vía-Crucis. En la Semana Santa de 1996, éste se realizó en la Plaza Alta, en torno a catorce antorchas ardiendo bajo cruces de madera, repartidas por el perímetro de la plaza, con el paso colocado en el centro.
Los hermanos nazarenos visten severas túnicas de tela blanca, ajustadas con un cinturón ancho de género de saco; cubren el rostro con un capuchón blanco, calzan zapatillas blancas de esparto y portan en la mano faroles de forja de color negro, con un velón de cera roja en su interior; de su cuello cuelga la medalla de la Hermandad. Muchos van descalzos y otros cargados con pesadas y toscas cruces de madera, que en número de catorce, simbolizan, una vez más, las estaciones del Vía-Crucis.
Otra nota destacada de este desfile es el silencio que lo preside, emanado tanto del ejemplar comportamiento de los penitentes como del crecido número de personas que lo contemplan. Lo único que se escucha es el golpeteo contra el suelo de las horquillas que llevan los porteadores del trono y las cuatro campanas, que tañidas por los muñidores, ordenan avanzar o detener la procesión, cada una con un sonido diferente; otra va acoplada a las andas del paso, siendo su capataz el que dirige con ella la procesión.
Los hermanos no pueden lucir ninguna joya, salvo la alianza matrimonial por simbolizar ésta un sacramento. Siguiente>>
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Domingo de Ramos
