MURALLA VAUBAN
La muralla Vauban, además de respetar algunas de las puertas precedentes, abrió tres nuevas. Todas estaban formadas por una larga bóveda de cañón de medio punto.
En el baluarte de la Trinidad está la puerta que lleva su mismo nombre. Su fachada exterior presenta un vano de acceso de medio punto enmarcado por pilastras. En el remate del escudo de Carlos II. La interior, más sencilla, está enmarcada por dos volutas decorativas. En ella aparece la fecha de 1680 en que fue terminada la construcción.
Entre
el baluarte de San Roque y el de San Juan se abre la nueva Puerta
de Jerez o de Santa Marina, conocida por la Puerta del Pilar. El
nombre de Puerta de Jerez venía dado por el camino que se abría
ante ella y que conducía a dicha ciudad; y el de Santa Marina porque
en su proximidad estaba el convento Templario de este mismo nombre.
En cuanto al nombre de Puerta del Pilar por el que se la conoce
en la actualidad, está en relación con la pequeña escultura de la
Virgen de dicha advocación que la preside. La puerta fue terminada
en el año 1692, fecha en la que el capitán general de la provincia,
conde de Montijo y Marqués de la Algaba, mandó colocar la Virgen
del Pilar que fue trasladada procesionalmente desde la Catedral.
Estos datos figuran en dos lápidas conservadas en la fachada interior.
Ésta, de aspecto muy simple, está formada por un vano de acceso
de medio punto construido con sillares y rematada por un frontón
triangular con una hornacina que contiene la imagen de la Virgen
del Pilar. La exterior, labrada en cantería, está formada por dos
pilastras que enmarcan los dos cuerpos de la fachada y remata en
volutas que salvan el desnivel con el segundo cuerpo; el interior
contiene el arco de acceso, y sobre él se levanta un frontispicio
con dos escudos labrados, de Carlos II y del conde de Montijo, rematando
en un frontón triangular. Recientemente ha sido restaurada por el
equipo coordinado por el arquitecto Julián Prieto, atendiendo a
un plan general que también ha afectado a lienzos de la muralla
y distintos baluartes, con un criterio, tal vez, equivocado e irrespetuoso
con el estado original de la puerta, caso del foso abierto ante
la fachada exterior. En su interior han sido restaurados los esgrafiados
que decoraban los paramentos.
Las mismas características que estas dos anteriores presentaba la derruida Puerta Nueva, que se encontraba próxima a la cegada Puerta del Pajarito, a la altura del Palacio de Godoy, hoy Escuela de Artes y Oficios.
La muralla Vauban ha sufrido numerosos deterioros a lo largo de su historia –Guerra de Sucesión, de la Independencia, Guerra Civil -, pero nunca tan grandes e irreparables como los padecidos en los tiempos de paz. Así, el abandono y los planes urbanísticos ejecutados en nuestra ciudad a partir de los años cuarenta de nuestro siglo, han destruido una parte muy importante del sistema amurallado. Además de gran parte del foso y elementos secundarios de la defensa como los revellines, han desaparecido los fuertes de la Picuriña y de Pardalera, la Luneta de Verlé, el baluarte de San Juan, la Puerta Nueva y algunos sectores de muralla como los del baluarte de la Trinidad, para comunicar la Ronda del Pilar (antes Avenida de José Antonio) con la de Ricardo Carapeto, y los derribados para trazar las Avenidas de Europa (antes General Rodrigo) y de Colón. << Anterior
|